viernes, 20 de mayo de 2011

Quintanilla; lugar de enigma y misterio


Es una de las pocas ermitas que se conservan del período prerrománico y a pesar de los numerosos estudios y tesis que se han publicado sobre la obra, sigue siendo sinónimo de enigma y desconocimiento para los expertos más afamados en historia del arte.
Recientemente se han hecho públicos algunos hallazgos fruto de las excavaciones realizadas en el lugar, pero sus anagramas e inscripciones son una fuente inagotable de polémica y divergencia de opiniones. La grafía y la historia que desprenden sus muros han dado pie a un sinfín de hipótesis. Hoy, vamos a intentar descubrirles las principales. 

Un poco de historia
La iglesia data de finales del siglo VII, aunque algunos historiadores afirman que su construcción se finalizó en el siglo VIII, pero la primera constancia exacta está confirmada por un documento del año 879 del Cartulario de San Pedro de Arlanza relativo a la restauración de la iglesia, por parte de Gundisalvo Telliz, conde de Lara. Además en uno de los capiteles del ábside se alude a los benefactores de su refundación y a la restauración que comentamos. Se habla de Flamola, esposa de Gundisalvo Telliz. Durante la Edad Media dependía del monasterio de Arlanza. Parece ser que la iglesia se mantuvo en pie hasta el siglo XIV, momento el cual y por haberse desplomado con anterioridad, al abad de Arlanza mando retirar de allí los restos de varios familiares de los condes de Castilla.  
 
 
Comienza el debate: Quintanilla: ¿Sabemos de qué época hablamos?
Hemos apuntado ya que la iglesia está ubicada en la región de Lara y durante la edad media dependió del monasterio de San Pedro de Arlanza, pero según algunos expertos en el siglo X recibió una donación en forma de tierras por parte de la condesa Muma Donna y sus hijos; esta referencia documental lleva a clasificarla habitualmente como monasterio femenino visigodo. Sin embargo los responsables de las excavaciones oficiales alegan que no hay argumentos sólidos que certifiquen esa hipótesis, y que esa teoría no hace sino complicar la extensa polémica sobre si debe datarse en época visigoda o mozárabe.


 LOS RELIEVES DE LA DISCORDIA
La decoración de la iglesia de Quintanilla es uno de los aspectos de más interés dentro de la obra. La interpretación de muchas de las imágenes de la ermita ha sido origen de numerosas controversias. Algunos apuntan a la teoría de que perteneciesen a la corriente cristiana más ortodoxa, mientras que otros aluden a la posibilidad de que corresponda a un último brote de la herejía arriana o a que se trate de inscripciones gnósticas.
Las fuentes institucionales del municipio consideran más probable la opción cristiana, que relaciona a los cuatro primeros bloques con las representaciones astrales y humanas de Cristo y su Iglesia, según las antiguas tradiciones cristianas que define San Isidoro en su "Tratado de la naturaleza", formando las otras tres una especie de primitivo Pantocrátor por encima del arco triunfal. Aseguran además, en este caso sin atisbo de duda, que toda la decoración es de la época de la construcción de la iglesia y, por lo tanto, toda ella visigoda de finales del siglo VII excepto quizá la inscripción dedicatoria interior que podría ser del siglo X.

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